Última edición Staff Links Contacto Instituto Clínico de Buenos Aires Seguinos en FacebookSeguinos en Facebook
Consecuencias
 
Edición N° 21
 
Noviembre 2018 | #21 | Índice
 
El aborto y la elección del sujeto. Familias, cuestiones cruciales [*]
Por Hélène Bonnaud
 

Hélène BonnaudA veces, la palabra de uno solo permite advertir hasta qué punto se convierte en el ajustado eco de un movimiento llamado pro–life, portavoz de la religión católica, cuya doctrina se opone al aborto “en nombre de la defensa de la vida desde su inicio hasta su final”[1].

Luego de largos meses de debates buscando avanzar sobre esta cuestión, en Argentina, el Senado rechazó finalmente legalizar la ley sobre el aborto haciendo sentir el peso del Vaticano en su potencia y su hegemonía. Los argentinos reaccionaron enérgicamente ante este rechazo y muchos de ellos se comprometieron en un proceso de renuncia a la Iglesia, indicando con ese acto su desacuerdo respecto a una decisión que según ellos le concierne a cada quien y no a la ley del Papa.

Desde hace algunos años, en Francia, el movimiento pro–vida (traducción de pro–life) lleva adelante sus acciones anti–aborto y recientemente un nuevo movimiento, llamado “Los sobrevivientes”, defiende la misma ideología y sostiene que desde 1975, fecha en la que la ley Veil legalizó el aborto, un niño sobre cinco no vio la luz del día porque su madre lo abortó. A partir de entonces, todos los que nacieron serían rescatados estadísticos de la interrupción voluntaria del embarazo (IVE)[2] legalizada, “los sobrevivientes”[3]… Esta lucha contra la IVE aparece como el primer paso antes de la puesta en cuestión de la contracepción ya que, según este eje, ahí también se suprime el derecho a nacer. Se perfila un verdadero delirio colectivo sobre el nacimiento y sus derechos, sobre el cuerpo de las mujeres y la propiedad sobre el niño. En efecto, desde el momento en que “los sobrevivientes” se enteran de que su madre ha abortado, se toman por agraviados por la falta de un hermanito o hermanita, considerando que el embrión debiera haber vivido y no fue defendido.

El aborto no es un homicidio

Es en este contexto donde resuenan las palabras del doctor Bertrand de Rochambeau, presidente del Sindicato de ginecólogos obstétricos de Francia (Syngof) entrevistado por el canal TMC[4], declarando su elección de no practicar la IVE por no querer “interrumpir vidas”.

Esta fórmula choca, y viene a decir una vez más, en qué medida esta cuestión del aborto queda ligada a la autoridad religiosa y a sus dictados. Cuando la periodista retruca diciendo que “el aborto no es un homicidio”, este médico responde: “Señora, lo es”. Esta frase cortante como una cuchilla revela una antinomia entre el aborto como acto médico y la conciencia moral teñida de religiosidad católica quedará a este acto el sentido de un asesinato. Pero,¿qué es la vida? ¿A quién le pertenece? ¿Qué es un embrión? ¿Por qué se podría no querer tener un niño? ¿En qué revelaría esta decisión una falta moral?

¿Cuándo la sociedad debería, en lugar de una mujer, decidir sobre su vida y su elección de ser madre o de no serlo? ¿Por qué la sociedad tendría derecho a intervenir sobre el niño cuando sus progenitores no lo desearon?

La cláusula de conciencia

La ley prevé una cláusula de conciencia que permite a los médicos no efectuar la IVE cuando no quieran hacerlo, ya que se considera que este acto implica al sujeto. Sin dudas, es la expresión de una medida preventiva. Esta cláusula de conciencia es el símbolo mismo de que la ley permite una excepción, dándoles a los médicos la libertad de no practicar la IVE. Es lo que el Dr. de Rochambeau explica muy bien cuando dice que “no está motivado”, reenviando dicha práctica a los centros de planificación familiar que existen en los hospitales públicos.

El aborto se sitúa en la fisura que existe entre la medicina y la religión. Y no sería tan chocante si no tuviéramos la impresión de que una suerte de contaminación se produjo en ciertos lugares, tales como el hospital de la Sarthe del Bailleul[5], situado entre Angers y Le Mans, cuando se vio privado del único ginecólogo que aceptaba practicar el IVE, aprobando su jubilación. Desde enero de este año los otros tres médicos en ejercicio han rechazado practicar el aborto sin siquiera inquietarse porque esta respuesta se eternice[6]. Ningún aborto se ha efectuado desde hace más de nueve meses, actuando el deseo de hacer de una cláusula de conciencia individual, una respuesta médica hegemónica, transformando el acceso al aborto a las mujeres que lo deseen en algo cada vez más difícil.

El aborto es un derecho real

Las palabras del Dr. de Rochambeau hicieron reaccionar a la Ministro de las Solidaridades y de la Salud, Agnès Buzyn, y a la Secretaría de Estado encargada de la Igualdad entre las mujeres y los hombres, Marléne Schiappa. Ambas las condenaron en un comunicado de prensa publicado el 12 de septiembre, donde afirman que “La IVE es un derecho amenazado en muchas ocasiones por lo que no conviene bajar la guardia”[7]. Nos recuerdan que “si los médicos efectivamente tienen el derecho de negarse a practicar la IVE, tienen en cambio la obligación de orientar a la paciente hacia otro profesional o centro de planificación que responda a su pedido”. Agnès Buzyn agrega que “La IVE debe ser un derecho real (…) Nada ni nadie debe entorpecerlo”. Marlene Schiappa insiste: “No debemos dejar pasar ningún ataque… en contra del derecho de las mujeres a acceder libremente al aborto”.

Estas reacciones fuertes y claras indican muy bien la necesidad de reafirmar los derechos adquiridos con la ley Veil y de denunciar aquellos lugares donde la mayoría de los médicos ginecólogos se refugian detrás de esta cláusula de conciencia para rechazar el aborto, incluso bajo su forma medicamentosa. Esta no–asistencia a nadie en apuros no parece ni rozar a los profesionales que se mantienen firmes en su buena conciencia. A veces la conciencia, sobre todo la buena, no piensa. He allí uno de los efectos de la creencia absoluta en un Otro que sabe y dirige nuestras elecciones.

Es también el reproche que le dirigen sus pares al Dr. de Rochambeau, lo que él piensa él puede ciertamente pensarlo y decirlo, pero no puede invocar un sublevado por su toma de posición en nombre de Syngof: haber olvidado que “nosotros” en nombre del Sindicato nacional de ginecólogos al que representa. Cuando borra el “yo” sustituyéndolo por el “nosotros”, su enunciación traiciona su voluntad de extender su opinión a todos.

En efecto, sus palabras indican que para él, el aborto significa la muerte de la vida por venir. Sin embargo, en ese estadio de su evolución, el viviente no es aún aquel feto que la definición jurídica y médica diferencia del estado embrionario. La ley Aubrey–Guignon del 4 de Julio de 2001 autoriza el aborto solo hasta la 12va semana del embarazo, es decir, antes de las 14 semanas posteriores al comienzo del último período, siendo muy clara en el punto.

Desear su hijo: una elección para cada una

Claro que podríamos argüir que hay miles de niños no deseados en el mundo. También podemos argüir que el embarazo y el deseo de hijo no pueden ser correlacionados. Pero vivimos en un mundo, este mundo nuestro, en Europa, donde un niño es casi siempre concebido en el momento que se elige; que es una decisión de la pareja y es una decisión de una mujer. Una decisión subjetiva que hoy, y gracias al progreso de la ciencia, responde a una lógica de libertad que las feministas del mayo del 68, momento en el que se descubre la píldora como medio eficaz para la contracepción, clamaban bajo el eslogan “Un hijo, cuando yo quiera, si yo lo quiero”. En nuestra cultura, un nacimiento es el de un niño la más de las veces deseado, tan deseado que cuando una mujer se ve confrontada a las dificultades para procrear recurre a los medios que le da la ciencia. Cada vez más los padres miran a su hijo como aquello que desearon por sobre todo. Es difícil en nuestros días decirle a un hijo que fue fruto de un desafortunado accidente u objeto de un fracaso o de un rechazo de su padre o de su madre, sencillamente porque la opción de abortar existe y se presenta de una manera simple.

No se elige el aborto por confort. Se tienen recursos cuando la decisión de no tener hijos se impone como una solución, sean cuales fueran las razones. Que estas puedan considerarse buenas o malas, la elección del aborto se presenta como un acto necesario en ese mismo momento.

Es sobre este punto que el Dr. de Rochambeau se lamenta en la entrevista. Parece querer decir, a medias, que hoy en día muchas mujeres recurren al aborto sin remordimientos gracias a una ley que las autoriza muy fácilmente. El sufrimiento de la mujer no es su problema, no el de él. A cada uno su suerte, de alguna manera. La mujer tiene derecho a abortar y el médico tiene derecho a negarse a practicarlo. Esto que se presenta como una ética del rechazo le cierra la puerta a aquello que fue y aún es, un momento crucial en la evolución de los derechos de las mujeres en materia de natalidad.

Hemos cambiado de época. La nuestra está marcada por el hecho de que el hijo que tendremos, es uno que hemos deseado, que elegimos para traer al mundo. Todos aquellos que prefieran recibir el embarazo como un acontecimiento donde Dios ocupa la función de aquel que da un hijo, hacen una elección en privado, respetada por todos, por cierto. La libertad de elección nos concierne a cada uno.

La responsabilidad sobre la vida

Este asunto hace del aborto una de las manifestaciones sintomáticas de una defensa de la vida, visto como un en–sí, un don de Dios, un don de vida del que cada uno debería hacerse responsable, individualmente y colectivamente. No obstante la responsabilidad del sujeto es siempre singular, ya sea en lo concerniente al hijo u otras elecciones. Puede suceder que esta responsabilidad sea la de no querer un hijo. No se trata de decir si el embrión es considerado o no como un futuro niño. La cuestión es decidir si ese futuro niño que no he programado, lo puedo recibir, que tengo el deseo y asumiré su existencia aceptando su costo.

A veces las mujeres abortan y se arrepienten. Como analistas recogemos testimonios de esto. Ellas se arrepienten y sin embargo, eligieron eso en ese momento. Es una elección difícil, dolorosa, y cada vez, íntima. Que hablen de ello en análisis deshace el argumento de que el aborto devino en algo muy fácil. Algunas otras expresan su alivio al haber hecho esa elección y dicen cómo la llegada de un hijo hubiera traído consecuencias desastrosas para ellas, para su pareja o para su familia. Ellas tampoco olvidaron su acto. Sus experiencias analíticas echaron luz sobre sus elecciones. Esta cuestión del hijo es propia de cada mujer. Su cuerpo no es más que de ella, dice el eslogan, para subrayar que nadie podrá disponer de él. Al igual que el niño que vendrá que no será sino su hijo.

La cuestión del deseo de hijo interesa hoy a las nuevas parentalidades que exploran las condiciones de vida de un hijo deseado. Esas condiciones pueden estar abiertas a las nuevas modalidades que existen para ocupar las funciones de padre y madre, pero hay algo que permanece como una constante: el futuro niño estará siempre en relación a aquello que hemos sido en el deseo del Otro, a aquello que se pueda transmitir de nuestra historia a nuestro hijo. Sabemos cuánto impactará desde su nacimiento, incluso hasta antes de su nacimiento, como lo enseña Lacan: “El hombre que nace a la existencia tiene que vérselas primero con el lenguaje, esto es un hecho. Está tomado por el lenguaje desde antes de su nacimiento, ¿o acaso no tiene un estado civil?Sí. El niño al nacer está ya, de un extremo al otro, cercado por esta hamaca de lenguaje que lo recibe y al mismo tiempo lo aprisiona”[8].

 
Traducción: Catery Tato
 
Notas

* Publicado en Lacan Quotidien N° 788, Septiembre 2019, Biblioteca de la Escuela de la Orientación Lacaniana.

  1. https://www.la-croix.com/Religion/Catholicisme/Monde/dit-lEglise-lavortement-2018-05-24-1200941404
  2. En francés IVG, “interruption volontaire de grossesse” (N. de la T.).
  3. El "site" de dicho movimiento es explícito:“...En Francia, se practican220.000abortos por año, por cada 800.000 nacimientos.1niño concebido entre 5 termina en un aborto. Somos17millones de personas más, nacidas desde 1975, que han sido estadísticamente rescatadas de la IVE,ya que existe 1 chance sobre 5 de no estar viva..."
  4. Sobre la entrevista hecha por Valentine Oberti, periodista del programa Quotidien, del Canal TMC
  5. https://france3-regions.francetvinfo.fr/pays-de-la-loire/sarthe/sable-sur-sarthe/sarthe-plus-ivg-hopital-bailleul-fleche-janvier-1515139.html
  6. Marlene Schiappa anunció que los IVE se volverán a practicar en este hospital al final de este año, https://www.centre-presse.fr/choixoffre.html?id_article=626047&famille=7,2,3
  7. https://www.centre-presse.fr/choixoffre.html?id_article=626047&famille=7,2,3
  8. LacanJ.,«Les clés de la psychanalyse»,La Cause du désir ,n°99,juin2018,p.46-47.
 
 
Kilak | Diseño & Web
2008 - | Departamento de psicoanálisis y filosofía | CICBA