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Consecuencias
 
Edición N° 26
 
Junio 2022 | #26 | Índice
 
"El no-todo"
Por Marta Ricciardi
 
Marta Ricciardi

En las Jornadas anuales de la EOL Sección Rosario, realizadas el 1 y 2 de octubre de 2021 bajo el título el No-Todo, fui invitada a presentar este escrito, que es producto de mi recorrido de lectura en el Cartel[1], cuyo rasgo elegido es "Lalengua y el cuerpo".

A modo de introducción, extraigo algunos fragmentos de su argumento, el No-Todo,Lacan lo define a partir de su práctica, de la cual desprende su enseñanza, y es solidario de una afirmación formalizada como negación: No hay relación sexual.

Este axioma propone que no hay dos, de lo cual se desprende que, partir del Uno para llegar al dos, es un artificio del lenguaje.

Afirmar "la pulsión es palabra"[2], es ubicar la relación imposible entre la pulsión y su objeto, así como la relación que no hay, entre la palabra y su referente, entre el significante y el significado, entre el objeto, la pulsión y la Cosa.

I Más allá del padre, del falo y del lenguaje

El no-todo como operador, como más cercano a poder leer lo que no se atrapa con el significante, muestra el interés de Lacan de avanzar sobre la sexualidad femenina, tomando los desarrollos de la última enseñanza.

Última enseñanza donde Lacan ubica a los tres en un mismo plano, como si se tratase de anillos de cuerdas. En el comienzo hay una tripartición y una jerarquía ontológica entre los tres términos[3].

El cambio de lógica, implicó ir más allá de Freud – para quien toda la libido era masculina –, su interés, radica en plantear un más allá del padre y el falo, presentando así, para lo femenino, una lógica diversa de la fálica, en lo atinente al goce.

La transformación que hace en Aún, es situar términos y neologismos en la perspectiva del goce, prioriza – distinto al primer Lacan – las lenguas por sobre la estructura del lenguaje.

Así, la escritura de lalengua en una sola palabra, sin distinguir el artículo y el sustantivo, indica con ella, que sirve para el goce y por lo tanto no comunica.

II El Otro no existe sí ex-iste el Uno

Descubre como lalengua le permite al parlêtre captar del Otro las resonancias, y así le viene un interés por las palabras, lo vemos en el balbuceo, que no tiene que ver con el sentido, sino que balbucea de lo que escucha y para que se pase al significante pasa tiempo.

Inmerso en el concierto de las palabras que escucha de los Otros, empieza a conectarse con S1 puros, deshace las palabras, hace asociaciones que no tienen sentido, sino con las palabras que le gusta jugar, con aquellas agradables y no tanto.

Esa resonancia, de los significantes sueltos, que constituyen lalengua, empieza a constituir la materia y lo primero que sucede, es con el juego de palabras.

Esto es crucial, porque lalengua son significantes que se constituyen como significantes puros, puros de sentido, que no están articulados.

Lo que encontramos, son resonancias sonoras previas al lenguaje articulado y al sentido.

En el seminario dedicado a Joyce, las pulsiones son "… el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir, pero que ese decir, para que resuene… es preciso que el cuerpo sea allí sensible"[4].

III Cuerpo sensible

Cuando el parlêtre comienza a hablar, tiene relación con el cuerpo que se vuelve sensible a la voz. Hay un choque entre el cuerpo y la voz, y no importa el significado, lo que importa es lo que escucha y siente, el cuerpo es sensible a ello y a la voz que entra.

Esto es lo que se define como real conjunción entre lo que suena y la voz, esa identidad material como por ejemplo los dedos y el tambor, acoplamiento y conjunción entre el dedo y el tambor[5]. Esto es clave, porque la pulsión es entre el sonido y el goce de ese sonido en el cuerpo, basamento donde se inscribe lo simbólico luego. Este basamento es crucial, esto es primero y antecede al sentido.

¿Dónde se sitúa el goce? La respuesta de Lacan en Aún,será que el goce se sitúa en el Uno, "el deseo de ser Uno"[6].

Este Uno, es el que dice no a la proporción sexual, no hay, hay goce, hay Uno y hay cuerpo, hay dos, que no son los dos sexos.

IV El goce y la relación sexual

No pueden coexistir en el mismo plano. El goce forma parte de lo real, de lo no relacionable.

Así, el goce apunta al agujero, al no hay, al no hay necesario para que se produzca el deseo y la invención.

El goce, es goce Uno, es goce sin Otro, a lo que es lo mismo goce del cuerpo propio por el medio que sea en el hombre, quizás o en algunos casos, por medio de las mujeres.

Goce Uno llamado solitario, del idiota[7] instaurando la no relación con el Otro, da cuenta de un ensimismamiento que elude la relación al Otro.

Idiota, máxima expresión de esa inutilidad que no puede enlazarlo, no hace lugar al Otro. Es un obstáculo.

V Más allá del inconsciente

Cuando Lacan en "Televisión" le responde a JAM, frente a su exclamación ya famosa:

"El inconsciente, ¡qué palabra tan rara!"[8].

Responde así para decir de los desvíos a los que se prestó la noción de inconsciente, en las vías del sentido y de las suposiciones, y agrega: "… es sin embargo una cosa muy precisa. Sólo hay inconsciente en el ser hablante"[9].

Todo esto para volverlo más próximo a la clínica y a la práctica analítica, lalengua –esa que llamamos la lengua materna en tanto que produce efectos que son afectos que permanecen enigmáticos –, sólo se recortan en la experiencia analítica.

Y ¿qué recurso opera más allá del inconsciente, más allá de la norma fálica y del Edipo?

JAM: "dice que Lacan se hartó del psicoanálisis y de su práctica, basada en el Otro, y de que sus neuróticos no hablen de otra cosa que, de sus padres, historias de familias"[10].

Lacan plantea la cuestión de la práctica como ir más lejos del inconsciente, que este no tiene nada que ver con la inconsciencia, "intento introducir algo que tiene mayor alcance que el inconsciente"[11].

Ir más allá del inconsciente y el tratamiento de esa dimensión más traumática y parasitaria, introduciendo la lógica del no todo, sería embelesarse menos por la novela, por el todo de lo universal, dejarse atrapar menos por la tontería.

Barrer el sentido, escuchar las notas del tambor, leer las notas en lo que se escucha, no la gramática, regida por la estructura y las leyes del lenguaje, sino lo asemántico. Leer no todo sentido.

Se necesita, como dije anteriormente, sólo en la experiencia analítica, allí, un analista como partenaire, como punto de apoyo para que el desciframiento del goce sea posible y algo de eso sea cernido, bordeando la orilla, del trauma - el agujero de lo simbólico, alcanzar a subjetivar que no hay Otro.

En Lacan hispano, G. Brodsky nos dice que reducir mediante la interpretación el síntoma a su forma inicial, no es reemplazar un significante por otro, reprimido, es reproducir tanto como sea posible, el choque puro de lo simbólico reducido al murmullo de la lengua.[12] ¿Es un simbólico sin sentido? Sí. ¿Es un simbólico sin palabras ni lenguaje? Sí. ¿Es un simbólico reducido a la letra? Sí. Pero para que algo se escriba hace falta una superficie donde quede inscripta la marca de la tinta, la huella.

Y cuando se trata el síntoma esa superficie no es plana, es corporal. Es más bien el golpe sobre el parche, es el cuero bien tensado y el vacío que encierra. Solo así el tambor repica, sólo así la interpretación resuena, solo así "hay un eco en el cuerpo de un decir"[13].

VI Otro goce

El goce, específicamente femenino, que Lacan desprende, es suplementario, por eso lo llama Otro, Otra cosa.

A ese goce suplementario no es posible acceder si no hay goce fálico, el goce femenino vendría así a una deriva mortal.

El no todo no es del orden de que al todo le falta algo.

Lo no todo entra en el falo, lo no todo es plus suplementario del falo.

No todo es cifrable por el falo –lenguaje–.

No todo es decible.

No todo no es ningún lugar habitable.

No todo es instante, es momento contingente, es acontecimiento de cuerpo.

VII El No Todo y la Escuela

El no todo como operador no es sólo para la clínica, vale para la Escuela.

Fortalece las instancias de Cartel, en mi experiencia, éste, es un dispositivo muy valioso para mi formación, para la investigación, para el estudio del psicoanálisis de la orientación lacaniana. Posibilita establecer una transferencia de trabajo y en ella el juego entre lo singular y lo colectivo, bordeando, dando vueltas en sus agujeros de saber, lo singular de cada uno enlazado, así, a lo colectivo se ordena por el no todo saber.

Ese suplemento es a partir de un borde y de la relación a un agujero.

En la Conversación también podemos pensar el efecto no todo, ya que en ella algo nuevo pueda producirse que no es un diálogo que intenta entenderse, sino, se hace lugar a lo nuevo e inédito, lo que surja.

 
Notas
  1. Cartel constituido por Ana Prieto, Carina Ponce, Eduardo Feresin, Gustavo Mastroiacovo, Marta Ricciardi, Mas Uno: María Marciani.
  2. Miller, J-A., La fuga del sentido, Grama, Buenos Aires, 2012, p.185.
  3. Miller, J-A., El Uno sólo, inédito. Clase 26/01/2011. p. 22.
  4. Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Bs. As., 2012, p.18.
  5. Maeso, G., en la clase dictada en el IOM2, Delegación Conurbano Sur el 7/08/2021.
  6. Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, 1972/73,p. 14.
  7. Ibíd., p.99.
  8. Lacan, J., "Televisión", en Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 537.
  9. Ibíd.
  10. J.-A. Miller, El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2013, p. 139.
  11. J. Lacan, El Seminario, libro 24, L'ïnsu que sait de l'une-bévue s'aile á mourre. Clase del 16/11/76. p.10. Lacaniana 29.
  12. Brodsky, G., Lacan Hispano. Grama, Buenos Aires, 2021. p. 47.
  13. Ibíd., p. 48.
 
Bibliografía
  • Miller, J-A., La fuga del sentido, Grama, Buenos Aires, 2012.
  • Miller, J-A., El Uno sólo, inédito. Clase 26/01/2011.
  • Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós.
  • Maeso, G., en la clase dictada en el IOM2, Delegación Conurbano Sur el 7/08/2021.
  • Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Paidós, Bs. As., 2012.
  • Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aún, Paidós, 1991.
  • Lacan, J., "Televisión", en Otros escritos, Paidós, Buenos Aires, 2012.
  • Miller, J.-A., El ultimísimo Lacan, Paidós, Buenos Aires, 2013.
  • J. Lacan, El Seminario, libro 24, L'ïnsu que sait de l'une-bévue s'aile á mourre. Clase del 16/11/76. Lacaniana 29.
  • Brodsky, G., Lacan Hispano. Grama, Buenos Aires, 2021.
 
 
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